Las revueltas en los países musulmanes reclamando mayores libertades ponen en jaque el fundamentalismo de Al- Qaeda.
La organización deberá replantear su política sino quiere que tener a los pueblos árabes como enemigos.
La ola revolucionaria democrática -conocida como Primavera musulmana-sufrida por los países musulmanes del Medio oriente y África representa una exigencia frontal de mayores libertades y políticas democráticas en las sociedades árabes.
En este contexto una organización dictatorial, jerárquica, intolerante y extremista no tendría cabiba. Las protestas musulmanas están dejando sin espacio a Al-Qaeda.
Según especialistas, este cambio dramático en la sociedad musulmana está llevando a que grupos terroristas -entre ellos Al-Qaeda- replanteen y analicen sus tácticas violentistas.